¡Al asedio de los golpistas!

Andrés Izarra
4 min readAug 11, 2024

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Entramos a una nueva fase. La resistencia efectiva a la consolidación del autogolpe electoral del madurismo, es el asedio constante a su atrincheramiento represivo.

Ante la irrefutable evidencia de fraude electoral, la furiosa razia represiva del madurismo es un intento desesperado por sostenerse frente a la creciente indignación popular. Mientras el pueblo buscó el cambio ‘por las buenas’, el madurismo pretende aferrarse al poder ‘por las malas’.

Despojado del apoyo popular y con su ‘maquinaria electoral’ expuesta como una falacia, el madurismo recurre a su verdadero partido para sostenerse: las fuerzas armadas y policiales.

No hay enfrentamiento que se gane sin escalación. El gobierno lo entiende y ha actuado en consecuencia. Los demócratas también debemos comprenderlo. Sin embargo, mientras su escalación se basa en la fuerza bruta, la de las fuerzas democráticas debe sustentarse en la resistencia pacífica y la inteligencia.

La imagen es la de un despliegue político destinado a sitiar la amurallada “Ciudad Maduro”, ese espacio de fé en el que la casta gobernante se ha encerrado, protegiéndose tras los muros de sus mentiras y la brutalidad de su represión. En este bastión se reza: ‘Dudar es traición. Conmigo o contra mí. Lo que diga Nicolás’.

“Ciudad Maduro” es también un barco cuyo timonel se ha atado al mástil, navegando hacia un destino que todos intuyen fatal, pero del que nadie se atreve a escapar por miedo. Aunque el agua ya les llega a la cintura, permanecen paralizados. Muchos de los grises personajes de la casta gobernante encuentran en este sacrificio un sentido heroico, similar al que los nazis hallaban en su última línea de defensa. Sin embargo, para otros, especialmente aquellos con legitimidad de origen, sacrificarse por el gigantesco crimen político que Nicolás ha cometido contra el pueblo carece de sentido. Ellos lo saben.

El trabajo de la resistencia democrática es intensificar el asedio, quebrar las barreras de ‘Ciudad Maduro’ para liberar al pueblo.

Movilización coordinada y descentralizada para promover el desgaste interno

La razia del terror madurista es consecuencia del miedo que les provoca el poder desestabilizador de la movilización popular. No se puede renunciar a ella como principal herramienta de asedio. A diferencia de un asalto frontal, la protesta pacífica triunfa cuando es descentralizada pero constante, como las concentraciones de madres y familiares frente a los centros de detención donde se retiene a los manifestantes, o frente a los juzgados donde, en juicios exprés, se condena a niños, adolescentes y otros manifestantes — algunos incluso a 30 años de prisión.

Vencer el miedo

Cuando las protestas son vistas como un esfuerzo colectivo de la comunidad, la participación tiende a ser mayor y el miedo disminuye. Vencer el miedo es fundamental; para ello, es necesario multiplicar y fortalecer las redes de apoyo y las expresiones de solidaridad con los detenidos.

Igualmente importante es mantener la moral alta a pesar de la salvaje arremetida. Visibilizar la resistencia es moralizante, como ocurrió con el live del activista por los derechos LGBTQ, Koddy Campos, quien impidió que la razia allanase su casa.

Batalla por la Narrativa

La batalla por la narrativa es permanente e omnipresente.

No hay alocución pública del madurismo cuyo contenido no sea de inmediato contrastado por las redes sociales. Basta una simple búsqueda en Twitter para que cualquiera de los presentes pudiera fácilmente contrastar las mentiras del canciller y la VP ante el cuerpo diplomático.

La campaña de información es continua y utiliza todos los medios posibles, especialmente las redes sociales, espacios relativamente inmunes a la censura madurista y que concentran la atención de la ciudadanía. La extrema sensibilidad del madurismo ante los creadores populares que denuncian el fraude en TikTok, Instagram y otras plataformas lo demuestra. La infiltración lograda por Anonymous de los números telefónicos de la casta gobernante fomentó su paranoia y su sentido de vulnerabilidad.

Explotación de Divisiones Internas

Las murallas de ‘Ciudad Maduro’ están atravesadas por dos grandes grietas: la primera es la contradicción sobre el poder real, ya que Padrino, como jefe de la FANB, es quien sustenta a toda la casta madurista. Él es, en realidad, su verdadero jefe, al ser el custodio de la prueba del fraude como máximo responsable del Plan República y sobre cuyos hombros recae la razia con la que intentan consolidar el autogolpe. La segunda grieta es el futuro político de algunos de los miembros más prominentes, a quienes Maduro ha lanzado por la borda en su crimen político. Estas personas saben que no tienen por qué hundirse con Maduro.

La narrativa de lealtad absoluta, donde dudar es traición, con la que el madurismo chantajea a su casta, es débil. Todos saben que Maduro no ganó la elección. Justifican sus violaciones a la constitución con el argumento de que “no le entregaremos al fascismo”, mientras desatan una razia fascista contra el pueblo. Han sacrificado el propio pacto social que da sustento al Estado. La gente no olvidará eso nunca y la verdad terminará imponiéndose porque es verdad.

El ambiente interno en “Ciudad Maduro” es hoy más tóxico que nunca. Eventualmente, alguno o varios intentarán romper la muralla para poder respirar.

No hay futuro en “Ciudad Maduro”. El madurismo es una plataforma política, no un culto religioso de muerte. No todos los atrapados en ella seguirán el curso suicida.

Alianzas Internacionales y Acciones Conjuntas

El apoyo internacional es vital para el asedio a “Ciudad Maduro”, no solo por el aislamiento que impone, cortando sus líneas de respaldo político y profundizando su precariedad económica, sino también por el apoyo logístico y financiero que puede significar para la oposición, manteniendo vivo el asedio. Las sanciones económicas dirigidas específicamente a los líderes del régimen, congelando sus activos en el extranjero, limitando su capacidad para viajar y privándolos del refugio que esos países representan para sus familiares, pueden ser efectivas si se coordinan con acciones diplomáticas, en especial ante las instituciones multilaterales.

Las fuerzas democráticas necesitan de un aparato político que permita sostener el asedio contra la estabilización del autogolpe electoral madurista, a fin de desarrollar una estrategia multifactorial que logre acumular poder hasta quebrar el atrincheramiento de la casta para lograr la transición a la democracia.

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Andrés Izarra
Andrés Izarra

Written by Andrés Izarra

Periodista venezolano desterrado por el madurismo. Ex-ministro de Información del presidente Chávez. Escribo sobre política y comunicaciones estratégicas

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