Notas desde lejos
Hoy es 22 de junio del 2023
La oposición continua trabajando su laberinto a 24 horas del cierre de las inscripciones para las Primarias.
Unos piden prórroga, otros consenso, otros realismo, todos se confrontan entre sí. Como mecanismo de consenso, la Primaria no pareciera estar funcionando. Aunque los obstáculos políticos que enfrenta son los mas notables, los logísticos y de financiamiento no son menores:
Desde esta distancia, un proceso que muestra limitada capacidad para atraer votantes no parece viable. Hasta ahora, apenas se han inscrito menos de 25 mil personas en el exterior, y las proyecciones de participación en Venezuela son marginales; limitadas a la geografía política de las clases medias.
Parece poco probable que el proceso sea capaz de generar consensos para encontrar al candidato que mejor pueda enfrentar al madurismo en las urnas.
Con la figura de Machado marcando la discusión en todo el espectro político, la oposición estaría mejor servida encontrando un mecanismo de consenso que evite un proceso que exhibiría más debilidades que fortalezas y que muestra un claro desapego de la realidad del venezolano común, tal como la profesora Elsa ha acertado al señalar.
Para la candidata punteante en las encuestas, las Primarias son un vehículo para potenciar su candidatura, pero no un requisito. Ha hecho sus cálculos y, aunque no está libre de riesgos, cree que puede prevalecer con la fuerza que tiene para luego forzar la realpolitik que le sume los apoyos — y maquinaria — que le harían falta para competir.
Mientras, al madurismo le crecen los enanos: a pesar del anuncio de la dirección de Fuerza Vecinal de retirarse de las Primarias, desde Valera, Trujillo, conmocionados aun por la recepción de la candidata entre sus pobladores, sus huestes apelan por apoyarla en consenso:
“Visto el resultado de todas las encuestas nacionales e Internacionales y las concentraciones populares que día a día se evidencia públicamente su crecimiento constante en los pueblos y ciudades, que dan con un amplio margen las preferencias de la población Venezolana por la pre candidata Ingeniera María Corina Machado, es por lo que solicitamos activar la modalidad de consenso, pero el que deriva, no de un acuerdo de cúpulas en Caracas, sino de la conexión popular nacional, de abajo hacia arriba, hacia la fórmula que presenta al país la precandidata María Corina Machado, para que ésta sea la candidata de nuestro factor político de oposición, y por ende del pueblo Venezolano que en un 80 % manifiesta en los sondeos de opinión la necesidad de un cambio de rumbo en la conducción del país; está postura obedece al interés nacional, y en especial de los más vulnerables y así evitar más enfrentamientos y descalificaciones que solo benefician al gobierno del Sr Nicolás Maduro y su entorno corrompido; no hacerlo asi, generaría para la clase política actual un costo histórico, que las generaciones presentes y futuras, y sobre todo de nuestros hermanos en la diáspora nunca nos lo perdonarían.”
Todos o Ninguno
Maduro ha decidido adelantar las elecciones a alcaldes y gobernadores para realizarlas junto a las presidenciales en 2024.
Fuentes cercanas al círculo de Maduro revelan que el auge de la candidatura de Machado ha impulsado al líder del PSUV a postularse nuevamente.
Siguiendo una táctica de “todo o nada”, Maduro se las juega completa, embarcando a gobernadores y alcaldes en su barco a pique, obligándolos a remar juntos o hundirse con él.
Con su popularidad en mínimos históricos, superada incluso por los pre-candidatos opositores menos favorecidos, y en medio de un contexto marcado por la ineficiencia de su gobierno, la corrupción, el colapso de los servicios, la escasez de gasolina y los frecuentes cortes de luz, el ascenso de la candidatura de Machado presagia un escenario de hiperpolarización que Maduro busca contrarrestar incorporando a sus alfiles locales y regionales en la contienda.
Candidatos que se han posicionado como alternativas a Maduro, como Lacava, deberán arriesgar su pellejo para salvarlo, o arriesgar hundirse con él.
Maduro, sabiendo que su partido no jugará su supervivencia política por una candidatura que genera más rechazo que apoyo y reacio a ceder la candidatura presidencial a un tercero, suma a su táctica de desincentivar el voto y promover la división opositora, la estrategia de “todos o ninguno” para su partido.
En la actualidad, Maduro no puede entrar a un barrio sin ser objeto de abucheos. Dada su incapacidad para hacer campaña, deja que sus alfiles locales y regionales lo hagan por él, con la amenaza implícita de que todos podrían sucumbir si él fracasa.
En este panorama, donde la supervivencia política de los alcaldes y gobernadores depende de la continuidad del sistema autoritario de Maduro, la oposición necesita adoptar una estrategia de hiperpolarización para maximizar la participación.
El “voto duro” chavista está fracturado gracias a Maduro. Al menos la mitad es susceptible de votar en su contra, según muestran las encuestas.
El enfrentamiento parece que será entre el “vamos a cobrar”, contra el “ni por las buenas ni por las malas”.
Escenario Nicaragua en marcha
Al implosionar al CNE, Maduro ha dado inicio a la configuración de un panorama electoral reminiscente al de Nicaragua.
Siguiendo las negociaciones en Bogotá y México, el clamor principal de la comunidad internacional era la pronta determinación de un calendario electoral que asentara las bases para un proceso confiable. Frente al mantenimiento de la política de sanciones, Maduro ha optado por desoír esta petición y, tal como en el judo, usa la fuerza del adversario en su propio beneficio.
Maduro ha aprendido a sortear las sanciones: sabe que no representan una amenaza real mientras fortalezca sus relaciones dentro del bloque geopolítico autoritario, lo que eventualmente podría ofrecerle inmunidad frente a ellas.
Maduro no siente la necesidad de presentar una cara democrática, o de garantizar un proceso justo y limpio ante la comunidad internacional. Tanto Lula como Petro han mostrado disposición a acomodarlo, priorizando sus propios intereses económicos y conveniencias políticas en lugar de favorecer un gobierno que pueda restablecer la democracia en Venezuela.